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La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (League of United Latin American Citizens, o LULAC por sus siglas en inglés) aplaude las nuevas directrices nutricionales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para las comidas escolares. Muchos niños latinos a través de la nación podrán disfrutar una variedad de opciones nutritivas en cuanto comiencen el nuevo año escolar este otoño. A medida que el número de latinos en EEUU crece, así también crece el número de niños que viven en hogares con inseguridad alimentaria y en riesgo de desarrollar problemas de salud como la obesidad.

Mientras la obesidad y la inseguridad alimentaria se convierten en preocupaciones nacionales, se ha prestado más atención al tipo de comidas y bebidas que se encuentran disponibles en las cafeterías escolares. En los últimos años, hemos visto una disminución de bebidas azucaradas y de máquinas dispensadoras gracias al activismo de los padres y la participación de la comunidad. Aún así, la obesidad y la inseguridad alimentaria continúan siendo un gran problema, especialmente entre las comunidades de color en desventaja.

De acuerdo a un estudio hecho por el Departamento de Agricultura, los hogares hispanos tienen considerablemente mayores tasas de inseguridad alimentaria (26,9%) que el promedio nacional (14,7%). Muchas familias latinas tienden a vivir en barrios que no pueden ofrecer alimentos saludables a un precio accesible. La falta de dinero y recursos frecuentemente obliga a las familias a escoger opciones de comidas más baratas y rápidas, las cuales tienen consecuencias a largo plazo para su salud. La publicación periódica de la Asociación Médica Americana reportó que “38,2 por ciento de los niños hispanos tienen sobrepeso o son obesos en comparación a 35,9 por ciento de niños negros y 29,3 por ciento de niños blancos”.

Las nuevas directrices de la USDA crean un impacto positivo significativo en las vidas de los niños latinos. En el 2011, casi 32 millones de niños participaron en algún tipo de programa de comida escolar. De acuerdo con el Instituto Urbano, “los niños hispanos representan más de un tercio de todos los niños de bajos ingresos económicos sin seguro médico que participan en estos programas”.

Las investigaciones reportan que los niños que forman parte de los programas de desayuno escolar financiados federalmente tienen una calidad dietética general mejor que aquellos que desayunan en otros lugares o no desayunan.

Además de ofrecer más frutas, granos y vegetales a la hora del almuerzo, las directrices de la USDA también requieren que las escuelas ofrezcan comidas que alcancen los rangos de calorías específicos para cada grupo de edad. Este requerimiento específico es significativo porque busca combatir los problemas de obesidad que niños de todos los antecedentes están enfrentando.

Los estudios muestran una asociación entre estudiantes que participan en programas de desayunos escolares y un menor Índice de Masa Corporal (IMC). Para muchos niños que viven en pobreza o en barrios de bajos ingresos, las comidas escolares podrían ser sus únicas comidas del día. Las nuevas directrices de la USDA asegurarán que los niños que participen en estos programas reciban los nutrientes que ellos necesitan para mantener una vida saludable.

~Por qué queremos compartir esa publicación~

LULAC lucha para mejorar la salud y el bienestar físicos, conductuales, y mentales de los hispanos en los Estados Unidos, a través de defensoría legal e implementación de programas. Como un esfuerzo para reducir la obesidad entre poblaciones vulnerables, la Iniciativa de Latinos Viviendo Saludablemente de LULAC busca abrir la posibilidad de que tanto niños y adultos de todas las razas, etnicidades, antecedentes socioeconómicos y localidades geográficas, tengan acceso a información nutricional, comidas saludables y económicas, y espacios seguros para dedicarse a actividades físicas.

En el 2009, más de 33% de niños hispanos en comparación al 20% promedio nacional vivían en pobreza. La pobreza es la causa principal de hambruna, y la hambruna está asociada con una salud pobre así como con problemas de conducta y desarrollo. Entendemos que combatir la inseguridad alimentaria, la hambruna infantil, y la obesidad, requiere esfuerzos colectivos y es por eso que reconocemos las nuevas directrices nutricionales de la USDA para las comidas escolares. Sabemos que ayudarán a mejorar la salud de muchos niños a través de la nación. Comencemos este nuevo año escolar en la dirección correcta, hacia vidas más saludables.

 


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