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Toddler child sitting on carpet playing with toys.
Nina Perez's picture

Cada mañana, durante estas últimas dos semanas, me despierto preguntándome cómo afectará la crisis de COVID-19 la vida de mi pequeña y a todo el país. Mi pareja y yo tratamos de programar nuestro horario de trabajo lo mejor posible (¡como muchos padres y proveedores de cuidados!) para darle una sensación de normalidad.

Pero, hoy más que nunca, me siento muy agradecida por el amoroso cuidado que mi hija usualmente recibe mientras estoy en el trabajo. Por eso me duele decirles que, como nación, estamos a punto de perder más de la mitad (sí leyeron bien – MÁS DE LA MITAD) de nuestros programas de cuidado infantil SIN una inversión significativa y el apoyo del Congreso. 

→ ¡FIRMA AHORA para decirle al Congreso que incluya fondos para el cuidado infantil en el próximo paquete de ayuda para asegurar la estabilidad de nuestro sistema de cuidado infantil y que los padres y proveedores de cuidados puedan regresar a los centros de cuidado infantil cuando termine esta crisis! 

La situación es crítica. Mientras los centros de cuidado infantil están cerrados para proteger a los niños y a las comunidades que atienden de la propagación del virus COVID-19, familias de toda la nación están en peligro de perder permanentemente arreglos de cuidado infantil que son esenciales para asegurar que sus niños más pequeños tengan el enriquecedor cuidado que necesitan para prosperar mientras
sus padres o proveedores de cuidados trabajan. 

Diariamente escuchamos de mamás que opinan que la falta de cuidado infantil está empeorando una crisis que de por sí es problemática. Trabajadores de la salud en la primera línea de defensa como Maya en California, nos han escrito para decir: “Soy madre soltera y enfermera registrada (RN). El cuidado infantil ha hecho que mi situación durante esta pandemia sea desesperada ya que la guardería de mi hija
está cerrada, pero sigo teniendo que pagar cuentas. También están racionando nuestras mascarillas respiratorias en el trabajo. Esto es alarmante”.

También hemos escuchado de educadores de la primera infancia que están perdiendo muy necesarios ingresos mientras cuidan de sus propias familias, como Carrie en Wisconsin que compartió: “Estoy perdiendo horas de trabajo debido al COVID-19. Trabajo en cuidado infantil. Soy madre de 7 hijos. Estoy perdiendo $250 cada 2 semanas”. Krista de Ohio compartió: “Soy maestra Montessori en una
guardería local privada, así que no estoy trabajando y no tengo beneficios o salario en estos momentos. ¡SOCORRO!”

Mamás como Rebecca en Carolina del Norte que pagan por cuidado infantil a pesar de haber perdido parte de sus ingresos porque temen perder su cupo escribió: “Desafortunadamente son contratista… pero trabajar desde casa no es una opción real para mi… sigo teniendo que pagar la renta el primer día del mes. Pronto vamos a necesitar más comida. No tengo a nadie que pueda cuidar a mi hijo. Tengo que
seguir pagando la guardería… a pesar de que no está asistiendo, para no perder su cupo. Mi trabajo y el trabajo de mi esposo no ofrecen beneficios. No sé qué más puedo hacer en estos momentos”.

Estas familias están pasando por momentos difíciles (como muchas otras familias en estos momentos), pero el cuidado infantil no tiene que seguir siendo parte de esta crisis. El Congreso tiene el poder de estabilizar el sistema de cuidado infantil antes de que las cosas empeoren, ¡pero necesitan escuchar TU voz!

***Haz clic aquí para FIRMAR NUESTRA CARTA para decirle al Congreso que sin asistencia inmediata, el cuidado infantil no puede subsistir. 
Las familias están teniendo muchos problemas y seguirán teniéndolos incluso cuando pase esta crisis si no actuamos ahora. Los padres y proveedores de cuidados necesitan protecciones, como días pagados por enfermedad y permisos familiares y médicos pagados, para todas sus necesidades de cuidado infantil y no perder su trabajo.

Aunque los 3.5 mil millones otorgados a las Subvenciones en Bloque para el Cuidado y Desarrollo Infantil (CCDBG, por sus siglas en inglés) y los préstamos para la pequeña empresa incluidos en la Ley CARE ayudarán a aliviar la crisis, las familias también necesitan apoyo durante esta crisis de cuidado infantil. El cuidado infantil es una industria valorada en $99 mil millones que, incluso cuando la economía es saludable, opera con márgenes muy pequeños. 

La magnitud y el alcance del impacto que esta crisis de salud pública tendrá para el sector de cuidado infantil es profundo y está empeorando. Estamos pidiendo que en el próximo paquete de ayuda el Congreso invierta, como mínimo, $50 mil millones
en nuestro sistema de cuidado infantil, esta inversión o eliminaría los copagos o la matrícula y otros cargos para “reservar el cupo”
de las familias durante esta crisis y asegurar que los proveedores sigan recibiendo el pago completo de la matrícula.

Pagaría a los proveedores de cuidado infantil para cubrir el costo total de sus operaciones mientras están cerrados para no poner en peligro su seguridad económica –y la seguridad de los educadores que trabajan para ellos. Proveería niveles de compensación más altos –como pago por condiciones peligrosas– a los proveedores de cuidado infantil y educadores que cuidan a los hijos de los trabajadores que están en la primera línea de defensa o que tienen que aumentar sus horas de operación.

Ayudaría a adquirir materiales para los proveedores que no tienen suficiente dinero para comprar o incluso no pueden encontrar suministros por sí solos (especialmente suministros sanitarios como desinfectante para las manos y guantes). Proveería adiestramiento sobre prácticas de salud y seguridad para dar respuesta al virus y apoyo médico a los proveedores de cuidado infantil que deben estar disponibles en todos los idiomas relevantes.

**¡Exige que el Congreso incluya por lo menos $50 mil millones para financiar el cuidado infantil y asegurar la estabilidad de nuestro sistema de cuidado infantil para que los padres y proveedores de cuidados puedan volver a sus proveedores de cuidado infantil cuando termine la crisis!

Hoy es más importante que nunca que alcemos nuestra voz. Con demasiada frecuencia pensamos que el cuidado infantil es un “problema personal” –como si fuera algo que tenemos que solucionar nosotros mismos. Pero esta crisis ha demostrado claramente lo que ya sabíamos, que no podemos seguir poniendo la responsabilidad del cuidado infantil únicamente sobre los hombros de las familias y proveedores. Todos nos veremos afectados si no podemos regresar a trabajar cuando termine esta crisis y las consecuencias negativas evitarán que nuestras comunidades se recuperen. 

Sabemos que muchas personas en tu círculo están teniendo los mismos problemas, por eso, después de firmar nuestra carta, envía este mensaje a tus amigos y familiares y asegúrate de publicar nuestro enlace de acción en Facebook. Mientras más personas actúen y alcen su voz, más resaltaremos la importancia de esta situación –mucha información está siendo difundida por los medios de comunicación que llega al Congreso y debemos asegurarnos de que escuchen nuestra voz.

Es hora de que el Congreso apoye el cuidado infantil y juntos podemos alzar nuestra voz para asegurar que lo hagan. Nuestros funcionarios electos están siendo inundados por información en estos momentos, pero necesitamos que presten atención a nuestras necesidades de cuidado infantil antes de que sea demasiado tarde. Una forma de hacer esto es compartiendo tu historia / situación con el cuidado infantil directamente con ellos.

¿Puedes enviar un tuit a tus miembros del Congreso y compartir tu historia de cuidado infantil con ellos (incluso si solo escribes una corta oración)? Puedes encontrar sus cuentas en Twitter aquí y puedes usar #FundChildCare para que podamos encontrarte en Twitter. (También puedes etiquetar a @MamasConPoder).


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